martes, 24 de mayo de 2016

Fascitis plantar

Fascitis plantar

¿Puedo volver a correr aunque sufra dolor?
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Respuesta:

El "hallux" es el término en latín que hace referencia al dedo gordo del pie y si sus funciones están limitadas se altera la impulsión al correr y esto puede ocasionar la inflamación de otras estructuras como en tu caso de la fascia plantar.


Es una lesión muy frecuente y que pasa desapercibida. Si no se controla, y para ello están los podólogos deportivos, puede evolucionar hasta producir una impotencia funcional impidiendo correr e incluso caminar con normalidad. La limitación del dedo gordo se caracteriza por la falta de funcionalidad en la flexión dorsal de la primera articulación de la falange del metatarso (1º MTF), una articulación clave en la fase de impulsión y que se asocia con otras patologías del pie como la fascitis plantar, los neuromas, dolores en el talón e incluso molestias en la zona lumbar.

Como ves, hay relación entre la inflamación de la fascia y los dolores en el exterior del pie a los que te refieres y se explican porque una deficiente propulsión a través del dedo gordo, produce una supinación del antepié y así se sobrecarga más la parte externa. Esta mala distribución de las presiones debilita el "mecanismo de windlass" o de estabilización de la estructura del pie y dificulta la absorción de los impactos de la fascia plantar. Recobrar la funcionalidad mediante ejercicios de fuerza de los flexores del dedo gordo y estabilizar la 1º MTF con correctivos plantares permite la estabilización del pie, rodilla, cadera y espalda al caminar y la adecuada absorción de las cargas al correr. Si tu podólogo está especializado en la carrera a pie seguro habrá tenido en cuenta este tema.

Respecto a qué puedes hacer para tratar tu fascitis, te voy a comentar los interesantes resultados de una reciente investigación* al respecto.  En ella valoraron la fascitis como si de una tendinitis aquilea se tratara dada su similitud estructural y su estrecha relación anatómica y sometieron al pie a un entrenamiento de fuerza con cargas elevadas.



El ejercicio consistió en realizar 2 días por semana durante 3 meses elevaciones de talón a una pierna, colocando una toalla bajo los dedos de los pies para activar más el mecanismo de windlass. Este ejercicio se debe realizar lentamente para evitar la sensación de quemazón, invirtiendo 3 segundos en subir, mantener arriba la posición durante 2 segundos y bajar frenando el movimiento 3 segundos. Comenzaron con 3 series de 12 repeticiones progresando en el aumento de la carga hasta realizar 5 series de 8 repeticiones. Como complemento también se realizaron estiramientos específicos de la fascia 3 veces al día, repitiendo 10 veces y manteniendo el estiramiento 10 segundos. A los tres meses los pacientes que realizaron los ejercicios de fuerza redujeron el dolor más rápidamente que los que solo realizaron estiramientos. Por ello te recomiendo introducir este ejercicio y realizarlo con cargas elevadas: te ayudará a mejorar el rango de flexión dorsal del tobillo y la fuerza de la musculatura intrínseca del pie, y además aumentará la síntesis de colágeno normalizando la estructura de los tendones aumentando también la tolerancia de las cargas por parte de la fascia.

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